Importancia ecológica


Las tortugas marinas juegan un papel importante en los ecosistemas en los que se encuentran. Por una parte, ayudan al mantenimiento de los hábitats que utilizan, tanto terrestres como marinos. Es el caso de la tortuga verde, la única considerada principalmente herbívora, que juega un papel importante en el mantenimiento y renovación de las praderas de plantas submarinas, de las que se alimenta. La tortuga carey ayuda al mantenimiento de los arrecifes de coral, limitando el crecimiento de esponjas. En general, también juegan un papel en la estabilidad de las dunas de las playas donde realizan sus puestas, ya que éstas proveen nutrientes para diversas plantas que crecen en zonas dunares.

 

Además, colaboran en el control de especies. Es el caso de la tortuga laúd que se alimenta principalmente de medusas y, por tanto, regulan el tamaño de sus poblaciones; las medusas se alimentan de huevos y larvas de peces, por lo que su control también favorece el crecimiento de poblaciones de peces, beneficiando el mantenimiento de los recursos pesqueros.

 

Por otro lado, proveen alimento a otras especies a través de la depredación de sus huevos, crías y juveniles. Otros organismos se aprovechan de los restos de alimento que consumen las tortugas, pudiendo fijarse sobre su caparazón o acompañarlas, como es el caso de cangrejos o balanos. En este caso, también proveen un hábitat para estas especies, ampliando su rango de distribución al viajar sobre ellas [1].

Neonato de tortuga boba avanzando por la playa
Neonato de tortuga boba avanzando por la playa

Fuentes consultadas:

Bjorndal, K. A. & J. B.C. Jackson. 2003. Roles of sea turtles in marine ecosystems: reconstructing the past. Pp.: 259-274. In: Lutz, P. L., J. A. Musick & J. Wyneken (Eds.). The Biology of Sea Turtles. Volume II. CRC Marine Biology Series. CRC Press LLC, Boca Raton, FL, 455 p.