La construcción de estructuras para la protección de las playas ante la erosión, la localización de zonas o estructuras urbanas (paseos marítimos, hoteles, restaurantes, entro otros) con iluminación artificial cercanas a las playas de puesta, el desarrollo turístico no adecuadamente gestionado en estas playas o su limpieza y uso por parte de los usuarios de estos ambientes pueden afectar negativamente a las tortugas marinas en sus zonas de puesta.
La contención de la erosión de playas por medio de estructuras artificiales puede suponer un obstáculo para el acceso de las tortugas nidificantes a las partes altas de la playa, interfiriendo en los eventos de puesta.
La presencia de fuentes lumínicas artificiales en zonas cercanas a playas de puesta puede desorientar a las crías recién salidas del nido, que podrían no localizar el mar y dirigirse tierra adentro. Con la luz del día son más vulnerables a posibles depredadores.
La limpieza y uso de playas de puesta también puede resultar en la destrucción de los nidos. Si no se identifica la presencia de nidos, la maquinaria que realiza la limpieza o el tránsito de otros vehículos y personas pueden compactar la arena e inviabilizar el nacimiento de las crías. Por ello, es importante reconocer las huellas que las tortugas dejan en las playas, de forma que se puedan localizar y proteger o traslocar los huevos depositados en aquéllas playas que son usadas tanto por el ser humano como por las tortugas.